Visita a la Escuela Técnica Superior de Ingeniería

Publicado por Manuel del Pozo en

Texto: Mercedes Vega Gallo, de 2bach A

Fotografías: Manuel Gordo Angulo y Álvaro Ruiz, de 2 bach A

El pasado 12 de febrero, los alumnos de 2° de Bachillerato tuvimos como actividad la visita a la Escuela Técnica Superior de Ingeniería en La Cartuja, en la Jornada de Puertas Abiertas. Fue una salida que para nosotros quedó perfectamente resumida en una única palabra: orientación. No fue exclusivamente una orientación espacial con el fin de situarnos dentro de la escuela, los distintos profesores se encargaron de explicarnos la utilidad de cada uno de los talleres y salas en que trabajaban, sino que se trató también de una orientación en el terreno profesional.

Nada más llegar, nos dirigimos hacia un gran salón de actos donde se procedió a explicar detalladamente en qué consistía la ingeniería, un comienzo que llamó mi atención. Y no es que fuera del todo imprevisible, lo primero es explicar la base de cualquier charla o conferencia, pero fue el primer momento de la visita donde atisbé el deseo de los profesores por hacernos partícipes de una nueva concepción de ingeniería, como si de sus palabras surgieran ideas nunca concebidas por nosotros desde esa perspectiva. Se nos ofreció una valiosa información acerca de lo diferentes grados posibles, desde las asignaturas cursadas en ellos hasta sus atribuciones o posibilidades de acceso a estudios de Postgrado, lo que nos aclaró algunas dudas. El resto de ellas fueron resueltas al final de la presentación con un turno de preguntas y respuestas por parte del profesorado.

Posteriormente, fuimos conducidos a los diversos edificios. En primer lugar, entramos en la biblioteca donde una mujer nos recibió amablemente para informarnos sobre la disposición de las salas y libros. Me volvió a sorprender la profesionalidad y el interés mostrados hacia nosotros; la bibliotecaria nos aclaró que íbamos a tener a nuestra disposición todo lo necesario, un gesto que invitaba a quedarse en la biblioteca con los demás alumnos, los cuales parecían estar muy concentrados en su tarea. Uno de los talleres que tuvimos la oportunidad de visitar fue el destinado a la composición y deformación de materiales a través de diferentes esfuerzos como el de compresión; los ensayos a los que eran sometidos los materiales (tema visto en clase de tecnología industrial) nos aportaban características sobre su dureza o resistencia mecánica. Uno de los objetivos planteados en su momento, ya conseguido, fue la obtención de un cemento más resistente por medio de agregados químicos. En otro de los talleres nos mostraron algunas de las técnicas empleadas en la fabricación de objetos: vimos el proceso de forjado mediante los golpes de un martillo pilón y también el funcionamiento de una fresadora. Asimismo, pudimos manipular las magnitudes características de las ondas modificando los ajustes de un osciloscopio. Por último, un profesor nos explicó en otra sala acerca del suministro de energía en las casas y nos dejó claro el gran futuro de las energías renovables.

Después de tomar el desayuno en la cafetería de la escuela, volvimos al punto de inicio, salón de actos, para dar por terminada la visita con algunas preguntas ya en el ámbito personal que nosotros, los alumnos, nos planteábamos acerca de nuestras futuras carreras y que nos respondieron los mismos alumnos que nos habían acompañado minutos antes.

En su totalidad, la visita nos agradó a todos y acabó dejándonos un buen sabor de boca. Nos marchamos de allí con el pensamiento de que, si alguna vez volviéramos a pisar la escuela, todo un equipo de grandes profesionales nos recibiría con los brazos abiertos esperando con gusto las ganas de un adolescente por trabajar en el campo de la ingeniería.